¿Puede el Sindicato de Maestros de Chicago ganar la batalla?

agosto y septiembre de 2012 | página 2

LEE SUSTAR analiza las perspectivas de una posible huelga de los maestros de las Escuelas Públicas de Chicago.

CASI EL 90 por ciento de los maestros del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés) votó a favor de autorizar a sus líderes sindicales a convocar a una huelga. De los que emitieron su voto, un increíble 98 por ciento voto SI a la huelga y tan sólo 482 profesores, un 1,82 por ciento de la membresía, votó en contra. Este apoyo voló en la cara de una ley anti-sindical que fuerza a contar como NO, los votos no emitidos. De 26.502 miembros con derecho a voto, 23.780 votaron SI.

Frente al aumento del 20 por ciento de su jornada laboral y a la propuesta de sólo 2 por ciento de aumento salarial, los maestros, personal de oficina y otros miembros de la CTU enviaron un muy claro mensaje de determinación en luchar por lo que se merecen. La abrumadora votación da a la CTU fortaleza en la mesa de negociaciones ya que permite a sus dirigentes a llamar a la huelga si llega a ser necesario.

La votación a comienzos de junio siguió los pasos de una electrizante movilización el día 23 de mayo, en la cual más de 4.000 docentes repletaron un auditorio de Chicago, mientas otros 2.000 que no pudieron entrar se reunieron en un parque cercano junto a otros partidarios. Al final, todos juntos marcharon por las calles del centro de la ciudad.

"Fue excelente, muy inspirador", Mayra Almarez, una profesora de historia en la escuela secundaria Taft, al norte de la ciudad, dijo del rally. "A veces es realmente difícil seguir cuando, en los medios de comunicación, se dice que somos agresivos, somos esto y lo otro, no estamos en esto por buenas razones--cuando en realidad estamos en esto por justas razones. Fue muy bueno ver que contamos con el apoyo de los padres de los alumnos y de mucha gente en general.

Preguntada si los maestros de la escuela Taft están listos para a caminar en un piquete de huelga, ella respondió: "Absolutamente. Estamos listos".

La presidenta de CTU, Karen Lewis, dijo en su discurso ante la ruidosa aundiencia:

Algunas personas no me creen, pero ésta es una lucha nacional. En todo el país, maestros, médicos y auxiliares están luchando fallidas reformas. Los distritos escolares se han avalentonado, y ¿qué han hecho? Ellos se animan porque la gente rica está ahora escribiendo las leyes. La gente rica, que nunca envía a sus hijos a las escuelas públicas, está escribiendo sus reglas. Y en todo el país, todo el mundo--todo el mundo--se enfrenta a la pérdida de su derecho a la negociación colectiva. Miren Wisconsin. Miren Indiana. Estamos rodeados por esto, hermanos y hermanas. ¿Por qué estamos aquí?

Un hombre en la audiencia respondió con un grito: "Hu-u-uelga!" Los maestros tomaron el canto, "¡Huelga! ¡Huelga! ¡Huelga!" mientras alguien soplaba una vuvuzela, la corneta popularizada durante el Mundial de Fútbol del 2010 en Sudáfrica.

Si Rahm Emanuel quiere pelea, la CTU está lista. En una entrevista después del rally, Lewis dijo que los miembros de la CTU no se sienten intimidados por Emanuel, y aludió a la campaña nacional para aumentar la conciencia contra el matonismo en las escuelas: "Ver a un matón, parar a un matón. Se trata de una campaña, ¿no?".

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CLARAMENTE, EMANUEL ve a su confrontación con la CTU como muy importante para sus ambiciones políticas. Él hizo las escuelas un baluarte durante su campaña electoral a la alcaldía, y han sido centrales a su perfil político nacional, antes de eso.

Por lo tanto, los aliados de Emanuel han respondido a la autorización de la huelga con anuncios de radio que tratan de representar la votación como un ejemplo de la codicia de los maestros frente a niños necesitados. En realidad, lo opuesto es el caso. La CTU ha vinculado su demanda por un justo pago para los profesores a la lucha por una educación pública enriquecedora, totalmente financiada, mediante su lucha contra el cierre de escuelas y los recortes presupuestarios, en estrecha colaboración con organizaciones comunitarias y grupos de padres. Esto ha puesto la unión al centro de un emergente movimiento social para salvar las escuelas de Chicago y detener la proliferación de las no sindicalizadas escuelas chárter.

Junto a la CTU, el movimiento por la educación pública ahora debe lidiar con la reacción anti-docente orquestada por Emanuel, la maquinaria del Partido Democrático, el establecimiento comercial de la ciudad y los grupos anti-sindicales que proponen "la reforma escolar".

Emanuel y sus secuaces son muy conscientes del poder de una alianza entre el sindicato de maestros y la comunidad, y temen de que pueda atraer un apoyo más amplio de la clase trabajadora contra la agenda del alcalde de recortar los servicios sociales, la privatización de los servicios de la ciudad, y la entrega de incentivos fiscales para las grandes empresas. Es por eso que, incluso antes de asumir el cargo, Emanuel se sentó con grupos claves de legisladores de Illinois para insistir en la aprobación de una ley, conocida como SB 7, que severamente restringe el derecho de huelga de los maestros.

Bajo la SB 7--que se aplica sólo a Chicago--al menos el 75 por ciento de todos los miembros de la CTU debe emitir un voto SI para autorizar legalmente una huelga. Como el sicario de la "reforma escolar" corporativa, Jonah Edelman, de Stand for Children, se jactó en vídeo, la ley fue diseñada para efectivamente prohibir una huelga de maestros en Chicago. "En efecto, no tendrían la capacidad de huelga, a pesar de que el derecho a ella fue mantenido", declaró Edelman. "La unión no pueden irse a la huelga en Chicago. Nunca será capaz de reunir el 75 por ciento".

Pero no resultó de esa manera.

Emanuel y sus escogidos de la junta escolar antagonizaron con los profesores anulando un ya cordado aumento salarial del 4 por ciento. Seguidamente, Emanuel y el CEO de CPS, Jean-Claude Brizard, violó el contrato sindical sobornando a maestros en un grupo de escuelas a adoptar un día escolar más largo, a cambio de bonos y dinero extra para los programas escolares. Luego, Brizard anunció el cierre o reconstitución de 17 escuelas, pero a pesar de las protestas, ocupaciones de la escuela, y las sentidas apelaciones de los padres, estudiantes y profesores, la junta escolar aprobó la decisión de Brizard.

Aun así, el esfuerzo por mantener las escuelas abiertas, vinculó a la CTU aún más estrechamente con redes de activistas, como Maestros Por La Justicia Social, y los grupos comunitarios como la Organización de la Comunidad Kenwood-Oakland (KOCO) y Ocupa Chicago. Juntos, los activistas de KOCO y Ocupa organizaron una protesta que tuvo éxito en interrumpir una reunión de la Junta Escolar de Chicago. El cierre de escuelas, que había convertido en rutina dada una somera atención por los medios de comunicación, se convirtió en un problema importante.

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MIENTRAS TANTO, alargando el día escolar de 5 horas 45 minutos a 7 horas y media, Emanuel alienó grupos de padres de clase media, como Raise Your Hand, que él había tratado antagonizar con la CTU. El retroceso parcial del alcalde--la jornada en las escuelas básicas aumentó 7 horas--no fue bien aceptado, tampoco, porque está acompañado de recortes en el presupuesto, destinados a cerrar un déficit de $ 700 millones que CPS alega.

La combinación de un día escolar más largo y un presupuesto más pequeño llevó a la creación de una nueva alianza de grupos de padres y comunitarios, Padres de Chicago por una Educación de Calidad. A pesar de tener diversas posiciones en relación al día escolar más largo, las organizaciones están unidas detrás de la demanda de incrementar los fondos para las escuelas públicas.

Un grupo de la alianza, Padres por Profesores (P4T, por sus siglas en inglés), fue formado con el objetivo explícito de apoyar a la CTU. Como dice P4T en su sitio web, culpando a los maestros "desvía la atención de los verdaderos problemas de la educación, como las escuelas de bajos recursos, clase con muchos alumnos y las pruebas estandarizadas"

Sin embargo, bajo la ley estatal de 1995 que regula las escuelas de Chicago, CTU no puede negociar más que salarios y beneficios. Eso significa que el sindicato no puede negociar sobre temas críticos como el tamaño de la clase y la necesidad de mejorar los servicios sociales para los niños, al menos que de CPS se comprometa a hacer esto como parte de las negociaciones.

Es por eso que CTU se ha centrado en la demanda de un aumento de sueldo--el 4 por ciento cancelado el año pasado por CPS y un aumento para compensar a los maestros para el día escolar más largo. CPS y Emanuel respondieron atacando al sindicato de maestros por pedir más dinero en un momento en que muchos trabajadores están sufriendo recortes salariales. Sin embargo, es sólo pidiendo un salario justo que CTU puede defender a sus miembros y forzar a CPS y Emanuel para ampliar la negociación.

Aunque la CTU está impedida por ley a incluir el tamaño de clase y cuestiones sociales claves en las negociaciones, el sindicato ha abogado por una mayor financiación de la escuela y por otras políticas progresistas en su documento Las Escuelas que Nuestros Estudiantes Merecen.

Mientras la vieja guardia del sindicato guardaba silencio sobre estos temas, el documento de CTU dio substancia al llamado de la nueva dirección por clases más pequeñas; un plan de estudios enriquecido con arte y música en todas las escuelas, en lugar de sólo las escuelas de inscripción selectiva, y una mejora de los servicios sociales. El documento describe, sin rodeos, la segregación en las escuelas de Chicago como un "apartheid educativo"--un término que el reverendo Jesse Jackson ha tomado prestado.

Así, CTU está mostrando su compromiso con organizar sobre tales temas como parte de un amplio movimiento obrero. Por ejemplo, la unión está respaldando un esfuerzo por revivir la lucha por una Junta Escolar de CPS elegida democráticamente.

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AUNQUE EL apoyo oficial del movimiento laboral a CTU es desigual, una oleada de apoyo para los profesores es evidente en toda la ciudad.

Una reciente encuesta del Chicago Tribune reveló que más del doble de personas confían en la CTU en asuntos escolares más que en Emanuel. La tarea ahora es convertir ese sentimiento favorable en un apoyo activo.

"Todo el mundo ha estado hablando acerca de los maestros en el trabajo," dijo Don Schraffenberger, un miembro de Teamsters Local 705. Frustrados por la lentitud de su propio sindicato para tratar con las cuestiones de seguridad el lugar de trabajo, dice Don, los trabajadores están muy excitados por el alto perfil de CTU y del voto de apoyo a la huelga. "Están viendo un Sindicato que en realidad está luchando", dijo Schraffenberger. "Creo que lo ven como la gente vio la huelga de 1997 de los Teamsters en UPS".

Para los sindicatos, las medidas necesarias para respaldar a CTU pueden ser iniciadas con una resolución de apoyo, las promesas de asistencia financiera, y el compromiso a unirse al piquete. En Chicago, los miembros de CTU están disponibles para hablar en reuniones sindicales.

Ese trabajo de respaldo a CTU tiene mucho más que una importancia sólo simbólica. En caso de una huelga, es posible o incluso probable que un juez emita una orden de restricción temporal, y enviar a los profesores de vuelta al trabajo bajo la amenaza de multas y penas de cárcel si no lo hacen. Eso es lo que sucedió cuando los maestros de Los Ángeles planearon una huelga de un día en el 2009 y cuando los trabajadores de autobuses y metro de Nueva York del Sindicato de Trabajadores Local 100 se fueron a la huelga por tres días en el año 2005. Si los activos financieros de la CTU están embargados o se imponen multas, los miembros del sindicato y sus partidarios en todas partes deben estar dispuestos a enviar fondos para mantener la unión operativa y defender el derecho de los docentes a la huelga.

Al mismo tiempo, grupos de padres y de la comunidad alineados con la CTU tienen un papel fundamental a jugar--no sólo para ofrecer apoyo político a los maestros, pero estando preparado para operar las Escuelas de la Libertad, dando a los estudiantes un lugar seguro a donde ir durante una huelga. Estos esfuerzos fueron claves para el éxito de la huelga de la CTU en el pasado y serán fundamentales en confrontar los ataques al profesorado por parte de Emanuel y de predicadores y "grupos comunitarios" a pago, apéndices de la maquinaria demócrata local.

Pero mientras Emanuel tratará de alinear sus fuerzas distribuyendo dinero por doquier, CTU y sus aliados pueden contar con organizaciones e individuos que están dispuestos a hacer el trabajo cara a cara que será necesario para distribuir de panfletos en los barrios y los festivales de verano, para visitar iglesias y grupos comunitarios.

Tales esfuerzos organizativos ya están en marcha entre los miembros de CTU y sus aliados. El sindicato utilizará el verano de los maestros para enviarlos a las comunidades a organizar, así como para preparar las operaciones del sindicato en una lucha con todo.

Por su parte, los partidarios de los maestros pretenden hacer conexiones en todos los barrios de la ciudad, con activistas preparados para responder a las mentiras y distorsiones de la Alcaldía, con una clara defensa de la educación pública en contra de los recortes de presupuestos, las élites comerciales y los operadores de escuelas chárter.

La línea de batalla por la educación pública está siendo tirada en Chicago. Pero es una lucha con consecuencias en todo el país, y todo el que apoyan el financiamiento de la educación pública y los derechos de los docentes debe estar con el Sindicato de Maestros de Chicago.

Traducido por Paulina Jara.

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