¡No deporten a Rigo Padilla!

Por Nikolai Díaz | abril-mayo de 2009

EL DEPARTAMENTO de policía de Chicago y las autoridades judiciales del condado de Cook continúan destruyendo familias y vidas de estudiantes por medio de su ilegal cooperación con ICE. En enero 18, Rigo Padilla, estudiante de 21 años, fue detenido luego de una parada de tráfico. Un defensor público lo entrevistó, pero cuando se enteró que Padilla no era ciudadano, se marchó de su primera y única entrevista con él.

En cuestión de minutos un agente de ICE empezó a interrogar a Rigo Padilla. En la entrevista el agente le preguntó; de que país viene, cundo cruzó a Estados unidos, y dónde está el resto de su familia. Después de la entrevista Padilla fue transferido a una prisión federal.

Él describe la situación así: "cuando yo hablé con la persona de inmigración en la prisión del condado, ellos pusieron una detención de inmigración en mi cuenta, queriendo decir que yo no saldría bajo fianza hasta que ICE tuviera 48 horas para recogerme. De esto me enteré cuando el defensor público me dijo que pagando la fianza no me garantizaba mi libertad. ICE me recogió un día después de que mi fianza fue pagada y me transfirieron a inmigración. Mientras nos transferían, el chofer de ICE nos aconsejaba que todos firmáramos la carta de deportación y que eso sería lo mejor para nosotros."

En la prisión federal Padilla recibió dos opciones. La primera fue pagar una fianza, y la segunda fue ser libertado, pero con una brazalete electrónico de rastreo. Este Orwelliano método fue presentado a Padilla como un "privilegio" estipulado bajo las regulaciones de ICE para aquellos, como Rigo, sin un prontuario delictivo. Él tomó la segunda opción.

Los cargos contra Padilla son: no ser ciudadano estadounidense, ser nativo y ciudadano de México, entrar a Estados Unidos en un lugar desconocido en 1994 (cuando Rigo tenía 6 años de edad), y no ser admitido después de ser inspeccionado por un oficial de inmigración.

Situaciones como estas han ocurrido repetidamente desde que la policía de Chicago y el Condado de Cook han comenzado a ignorar la ordenanza municipal promulgada por el entonces alcalde Harold Washington que hace de la ciudad un santuario inmigrante, prohibiendo que un empleado del condado de Cook y la ciudad de Chicago entreguen a cualquier persona a inmigración. Ahora Padilla espera su día de corte en abril, cuando es probable que sea deportado a un país para él extranjero, México.

La destrucción de su vida por la "polimigra" es una posibilidad para decenas de miles de jóvenes que entraron involuntariamente a este país. Alrededor de 65.000 estudiantes indocumentados se gradúan de la secundaria cada año y no tienen manera alguna de pagar por su educación en la universidad.

Según el Pew Hispanic Center, una organización de estudios que trata de mejorar el entendimiento de los hispanos en Estados Unidos, sólo 1 de cada 20 estudiantes indocumentados graduados de la secundaria atiende una universidad. La mayor razón de esta baja cifra es la falta de recursos económicos. Sólo en diez estados (California, Illinois, Kansas, Nebraska, New York, New Mexico, Utah, Washington, Oklahoma y Texas), los estudiantes indocumentados tienen la oportunidad de pagar por una universidad a precios reservados para residentes del estado.

Este es un buen beneficio para estudiantes residentes del estado, pero que últimamente se ha visto mermado por el creciente costo de las matrículas universitarias. Las regulaciones federales no permiten a ningún estudiante indocumentado aplicar por ayuda financiera, préstamos federales, o cualquier otro tipo de becas.

Padilla asistió a la Universidad de Illinois en Chicago por un semestre, pero el costo no le permitió continuar. Él ahora estudia en Harold Washington College (HWC), uno de las instituciones de educación superior públicas de la ciudad de Chicago.

Rigo Padilla ha decidido no irse sin antes haber hecho todo lo posible por quedarse, pero también por atraer la atención pública al drama de miles y miles de jóvenes involuntariamente indocumentados, cuyas vidas se ven truncadas luego de que se gradúan de la secundaria o de la universidad.

Afortunadamente, en HWC él ha encontrado mucho apoyo por parte de maestros y estudiantes para comenzar a dar esta lucha. Ahí, y con la ayuda de la Organización de Estudiantes Latino Americanos, de la que él es presidente, y del Comité 10 de Marzo, están organizando un panel con varios casos similares, para luego tener una discusión acerca de cómo levantar una campaña para defender a los estudiantes indocumentados.

Por medio de esta campaña ellos esperan mandar un mensaje fuerte y claro: Dejen a Rigo, y a los miles de jóvenes en su situación, en paz, aquí en Estados Unidos. Ningún ser humano es ilegal.

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